lunes, 31 de diciembre de 2007

La navidad


Mi familia hace muchos años que no disfruta de una Navidad, con todo lo que esa época conlleva. Seas o no creyente es, o debería serlo, una época de poder disfrutar de la familia al completo, de los amigos y por supuesto de los niños.
A nosotros la vida nos ha ido arrebatando poco a poca esa felicidad, en diciembre del 2001 murió mi amama y en enero de 2003 mi aita.
Las siguientes navidades fueron tristes, amargas, siendo además ellos los que más espíritu navideño tenían.
Pero las Navidades del 2007 han sido para todos, sin dudarlo, las mejores en muchos años.
Nosotros siempre repartimos las fechas, dos días en casa de unos, dos días en casa de otros. Este año cambiamos las normas, este año la cena de Navidad se hizo en nuestra casa, todos juntos, porque era una fecha en la que así debíamos estar.
Por supuesto la mesa la presidió Nahia. La cena, pues fue una locura, pero el revuelo llegó cuando llegó Olentzero. A pesar de que Nahia no tenía el concepto, nos demostró, como en todo lo demás, que ella se adapta y que mejor que abriendo regalos.
Como ya he contado más veces, intentamos que no tenga una locura de regalos, primero no nos gusta semejante consumismo y segundo ella acaba de llegar y hay que darle un tiempo.
Ella fue la encargada de irnos dando los regalos a cada uno de nosotros, para ella fue tan bonito que ni se acordó de que a ella todavía no le había llego el turno. Nos ayudó a abrir todos los regalos, nos iba dando besos, estaba como loca, como colofón llegó el momento final, únicamente quedaba un regalo y preguntaba, para quien es? , leímos el nombre y ponía Nahia, madre mía el papel y los lazos salieron volando, quería saber que era aquello, era un Scalextric.
Hemos comenzado a disfrutar de las navidades…..

jueves, 15 de noviembre de 2007

El otoño


Es, esa época en la que parece que todo el mundo está triste, las hojas de los árboles caen y nosotros cada día más contentos, disfrutando de Nahia, saboreando la paternidad.
Vemos que cada día estamos mejor, poco a poco se va acoplando con toda la familia, aunque en esta época los que más están sufriendo son mis suegros.
Nahia no acaba de encajar con ellos y mi suegro que parece alguien frio y distante, sufre, porque la niña lo ha transformado, ahora quiere estar todo el día con ella, la lleva al parque, a los columpios, de paseo, pero ella, ella siempre llora.
Los lunes son los días que yo tengo reservados para mi, el resto de la semana estoy siempre con la peque o con Javi, pero los lunes voy a restauración, es mi tiempo y me parece importante conservarlo. Ese día son mis suegros los que la recogen de la escuela, pobres, ella siempre llorando, menos mal que mi suegra es concienzuda y a base de mucha paciencia a conseguido que Nahia les quiera muchísimo, ellos se los han tenido que currar. Hoy en día Nahia los adora y a su “aitite” se le cae la baba cuando va corriendo hacia él y le da un beso de los de ahogar.
Poco a poco los días van pasando y cada día está más cerca la Navidad.

sábado, 15 de septiembre de 2007

Septiembre


Es el mes de los cambios, tras las vacaciones y para nosotros este septiembre era mucho más…
Nahia comenzaba la escuela, nuestra niña chiquitina ya iba a la escuela!!
El primer día fue horrible, como me acuerdo, la dejé en clase con los demás niños, en un momento se vio allí sola de nuevo, sin nosotros, los gritos, porque eso no era llorar se oían desde la calle. La sesión duró únicamente 30 minutos, creo que se los pasó gritando, llorando…. Llegó el momento de pasar a recogerlos, tenía que entrar hasta la clase, en ese instante me vio, vino corriendo y me dio el beso más grande y con más sentimiento de los que me había dado nunca. Amatxu!! Amatxu!!. Todavía se me ponen los pelos de punta.
Ella entendió en ese momento que a pesar de que al día siguiente volvería yo iba a estar en la puerta esperándola y lo aceptó.
Desde ese día no ha vuelto a llorar al ir a la escuela, siempre va contenta y sale más contenta.
Desde ese día mi hija me ha adoptado, y ahora soy su amatxu.

viernes, 31 de agosto de 2007

De vacaciones



A lo largo de esos largos cuatro años de espera siempre habíamos pensado que intentaríamos que el viaje fuera algo especial, pero a pesar de eso queríamos tomárnoslo como unas vacaciones, los que nos conocéis ya sabéis que nos hace falta muy poco para hacer las maletas e irnos al fin del mundo para conocer otras culturas, otros países. En este caso teníamos mayor razón queríamos empaparnos del país en el que nació nuestra hija, pero, también pensábamos que dependería mucho de cómo fuera la niña, de cómo se encontraría, de la adaptación, en fin de tantas cosas. Pero Nahia no podía ser de otra manera, es nuestra hija y tenía que ser viajera, así que disfrutamos de Colombia todo lo que pudimos. Mucha gente intenta volver lo antes posible a casa, bueno cada uno tiene sus motivos, pero para nosotros el tiempo que pasamos allí, solos, fue maravilloso y creo que fue bueno para acoplarnos, allí no tenías que estar pendiente de nada más que el uno del otro.
Cuando volvimos a casa Nahia tenía las referencias bien puestas, sabía quienes éramos nosotros, sabía como queríamos las cosas.
A pesar de que todo el mundo quería estar con nosotros, nuevamente marcamos las distancias, teníamos que seguir el trabajo que tan buenos resultados nos había dado y decidimos irnos a la playa, nuevamente los tres solos.

Os podéis imaginar, como se quedó la familia, por un lado nos comprendían, pero por otro lado para ellos también habían pasado muchos años y ahora que la tenían ahí querían disfrutar de ella.
Pasamos una semana en la playa, aquí Nahia empezó a disfrutar del agua, ahora ve las olas y se lanza a ellas, juega con la arena, hace castillos….. Después de ese tiempo pensamos que las cosas iban bien y decidimos irnos a Burgos, allí tenemos una casa en un pueblecito muy pequeño, es la casa familiar y allí estaba mi ama, mis tíos y mi hermana y mi cuñado. Fuimos sin avisar, y fuimos para quedarnos unos días dependía de cómo viéramos las cosas, nos quedaríamos más días o menos.
Fue una maravilla, allí Nahia aprendió a estar con alguien más que nosotros, a compartir con ellos y como no se ganó a todo el pueblo. Todo el mundo la hablaba, la preguntaba, y ella con su lengua de trapo contestaba. Fueron unos días maravillosos para todos, así que tras unas semana decidimos hacer lo mismo con la familia de Javi. Ellos tienen otra casa en un pueblecito de León, a una hora de viaje, así que allí nos fuimos. Todavía recuerdo la cara de i suegro cuando nos vio llegar, estaba con su nieta, eso era lo mejor del verano.

Los días fueron pasando y llegó el momento de la vuelta, Javi tenía que empezar a trabajar, tras dos meses de vacaciones llegaba el momento de recomponer las vidas, de organizarnos, de las rutinas.

sábado, 14 de julio de 2007

Nuestro primer, segundo cumpleaños



A casa llegamos un seis de julio, tan solo unos días más tarde sería el cumpleaños de Nahia y por supuesto habría que celebrarlo, pero teníamos claro lo que queríamos y lo que no y sobre todo sabíamos perfectamente que no queríamos que llenaran nuestra casa de juguetes y regalos para ella. Todos conocemos a nuestras familias y cuando encima la espera es tan larga, todos tenemos muchos sentimientos en la recámara, así que nuevamente les leímos la cartilla. Nahia acababa de llegar y no necesitaba cosas superfluas, necesitaba tener una familia, necesitaba a sus abuelos, a sus tíos, necesitaba cariño, amor y también alguien que de vez en cuando le dijera no.
Como siempre la familia estuvo por encima de la media, los abuelos, bueno son eso abuelos y siempre le dan mucho y antes de que lo pida pero poco a poco han ido aprendiendo a no hacer todo lo que ella pide, con los tíos siempre ha tenido una relación de complicidad, Nahia sabe mirarles con carita y claro los chicos caen a sus pies, adora a sus tíos, además desde el primer momento, las tías se lo han tenido que currar mucho más, ahora no le importa quedarse con ellas, o irse al parque, pero ha repetido la historia que tuvo conmigo, con ellas.
Cuando Nahia vivía en Colombia lo hacía en una casa en la que le daban todo, todo lo que ella pedía, era la niña consentida, vivía con niñas más mayores que ella y la tenían de juguete, así que uno de los aspectos que más hemos tenido que trabajar es ese, el de ser caprichosa, consentida, con el tiempo la vamos cambiando, aunque todavía queda trabajo.
Llegó el día 14, era el segundo cumpleaños de nuestra hija y el primero que íbamos a poder disfrutar con ella y por supuesto no quisimos que nadie de la familia se le perdiera y menos los amigos.

Nos fuimos a Artxanda, un monte que rodea Bilbao, a un txakoli y allí en pleno aire libre comimos todos, por fin teníamos el circulo cerrado y éramos una familia al completo. La fiesta fue una gozada, 15 adultos y cuatro enanas. Ahí empezamos a descubrir que a nuestra hija al igual que a las otras niñas les encantaba el “txuleton”, donde habría aprendido Nahia a comer carne cruda, si en Colombia se come reseca….
Después de comer, tiramos las toallas al suelo y allí estuvimos hasta que las pequeñas ya no podían más.
Pasó el día, todos estábamos agotados, cuando llegamos a casa, estábamos radiantes, agotados, pero maravillados, cuanto había cambiado nuestra vida en un mes…

sábado, 7 de julio de 2007

La vuelta a casa

Muchas veces durante el tiempo que estuvimos en Colombia pensábamos como iba a ser la vuelta, primero por el hecho de viajar con una niña tan pequeña y por otro lado por lo que iba a ser la vuelta, el encuentro con la familia, el comienzo de la vida en común, pues bien, ni en el mejor de nuestros sueños hubiéramos pensado que todo iba a salir como fue.

Para rematar la jugada y como estábamos en Cartagena, nuestro viaje de regreso comenzó allí. De nuevo rellenar las maletas, el tema ya estaba complicado, tras un mes habíamos comprado un montón de cosas y claro meterlo todo era complicadillo, pero bueno por fin estábamos en la puerta del hotel preparados para el gran viaje, eran las 7 de la mañana (casi como en la canción)de ahí fuimos al aeropuerto, espera y primer avión del día, volvíamos a Bogotá, el siguiente vuelo lo teníamos a las 5,30 de la tarde, pero no teníamos más remedio había que esperar allí, imaginaros, las pedazo maletas, Javi, la niña y yo…. A eso de las 2 había la facturación para Madrid, total que tal la larga espera en una cola llegó el momento de la revisión de lamentas por parte de la policía, madre mía sacaron una a una todas las cosas, todos los regalos, en resumen 45 minutos de revisión y mientras Nahia como una valiente, aguantando el temporal. Por fin, conseguimos pasar, ahora había que pasar por inmigración, presentar todos los papeles de la peque, nueva cola…. Pensábamos que no íbamos a llegar nunca al avión, pero por fin estábamos sentados, el cansancio empezaba a hacer mella, cuando comenzamos a volar decidimos poner a Nahia en el suelo para dormir, nos habían puesto en primera fila y bajo nuestros pies había mucho sitio, nos dieron unas mantas y Nahia hizo todo el viaje dormida como un tronquito, nosotros en cambio no cerramos ni los ojos… por fin se despertó la peque, estábamos aterrizando en Madrid. Eran sobre las 10,30 de la mañana, nos daba tiempo de ponernos un poco decentes, bueno básicamente Nahia, ya que la llevamos a un baño, la lavamos y cambiamos de ropa, queríamos que cuando la viera la familia estuviera radiante. La pusimos un vestidito, peinamos… y ya estábamos listos, a las 12,30 salía nuestro avión para casa, que cerquita estábamos. En el último viaje yo caí molida, media hora de sueño, pero la necesitaba. Por fin aterrizábamos, por fin estábamos en casa… Nada más llegar al aeropuerto vimos a nuestra familia y algunos amigos, a pesar de haber dicho que no queríamos nada especial, fueron los abuelos, mis tíos y mis amigas. Para todos ellos al igual que para nosotros eran el gran momento, por fin iban a conocer a la pequeña y no se lo querían perder.

Nada más salir por la puerta del aeropuerto la pequeña se dedicó a dar besos a todos, eso si, sin perdernos de vista, pero se portó como si siempre hubiera estado aquí y simplemente se hubiera ido de vacaciones. Había pasado casi un día entero desde que habíamos salido de Cartagena. Ella radiante y nosotros cansados pero muy contentos.
De ahora en adelante las cosas había que ponerlas en su sitio y aquí comenzaba nuestro gran reto, educar a nuestra hija….

sábado, 30 de junio de 2007

Cartagena

Cuando bajamos del avión se notaba ese calor húmedo que te pega la ropa al cuerpo. El transporte nos llevó hasta el hotel, mientras íbamos admirando el mar, por fin los volvíamos a ver, que ciudad más maravillosa y que contrastes, primero pudimos ver la zona colonial y de repente a través de la 0playa un cambio brutal, grandes torres de hoteles se alzaban hacia el cielo.
Una vez alojados en la habitación, le pusimos en la ventana a Nahia para que disfrutara de las vistas, estábamos en una planta onceava y desde allí se veía prácticamente toda Cartagena.
El primer día de Nahia en el mar fue horrible, cuando llegamos a la orilla y vio que el agua se movía, la cantidad de ella que había, total, una hora llorando sin parar. Menos mal que como en todo poco a poco se fue acostumbrando, pero aún así lo que más le gustaba era descubrir la ciudad. Muy prontito a la mañana, o bien al atardecer, solíamos ir hasta la parte antigua, si ibas a otras horas morías en el intento, a esas horas era mejor estar a remojo en el mar o en la piscina que teníamos en la planta 16.

Recorrimos el castillo de San Felipe, La Popa, Museo de la Inquisición, callejuelas, y hasta hicimos una excursión en lancha de un día a las playas del Rosario, que son unas islitas que están a unos 45 minutos en lancha, son de arena blanca y fina, mar azul, y en una de ellas hay un acuarium, a Nahia le encantó ver a tantos peces y por supuesto a los “tuburones”.

Los días iban pasando, la relación cada día era más sólida. Siempre he pensado que esos días nos vinieron muy bien para estar más unidos para lo que vendría después…

miércoles, 20 de junio de 2007

Bogotá

Por tema de competencias el juez de Mocoa se negó a firmar la sentencia, a pesar de que días antes dijo que no había problema. En vista de que nuestra estancia en Mocoa se iba a alargar y que allí ya no podíamos hacer nada más decidimos irnos de vuelta a Bogotá, así por lo menos podríamos disfrutar de la ciudad, podríamos patearla.
Así que emprendimos el viaje de vuelta, con Nahia sobre las rodillas e intentando que viera su tierra desde el aire, algún día volveremos para poder conocerla mejor, pero mientras tanto queríamos que en la retina de nuestra hija se quedaran aquellas maravillosas imágenes.
Tras tres vuelos llegamos a Bogotá cogimos un taxi y fuimos a recuperar la parte de la maleta que no pudimos llevar a Mocoa y que dejamos en el Hotel El Refugio, ya que ahora íbamos a alojarnos en La Residencia San Sebastián.

Al llegar a casa nos volvimos a encontrar con Encarni, David y con Juan David, su hijo que se convertiría en muy buen amigo de Nahia.
Esos días allí fueron maravillosos y ahí empezamos a consolidarnos más como familia, Nahia empezaba a aceptarme, jugaba con todos, en especial con David, siempre le han atraído más los hombres, incluso cuando llegó a casa, el hombre lo tenía fácil, la mujer se la tenía que ganar.
Como somos muy viajeros y aventureros, disfrutamos muchísimo de la ciudad, el domingo el mercado de Las Pulgas, barrio de la Candelaria, Museo del oro, Mueso Botero, cerro de Montserrate, excursión a Zipaquirá …. Había que disfrutar y además con la compañía de nuestros nuevos amigos todo era mejor…

Al final ya teníamos todos los papeles, sentencias, visados…. En vez de adelantar el viaje de vuelta optamos por seguir conociendo el país, así que nos fuimos una semanita a Cartagena de Indias, nos íbamos de vacaciones.








El último día antes de irnos recibimos la visita de Dilia y de Diego, quedamos en volver a verles, quien sabe cuando o como....




miércoles, 13 de junio de 2007

El Putumayo



Pasamos diez días en Mocoa, y los disfrutamos vamos si los disfrutamos. Nos recorrimos toda la ciudad con Nahia, a ella le encantaba andar, bueno más bien no le gustaba estar en la habitación del hotel y claro como estábamos todo el día en la calle, no quedaba otra que la pasear, calle arriba, calle abajo y por supuesto descanso y bebida fría en nuestro bar.
Mientras tanto Diego fue tío y como era su primera sobrina quiso estar al lado de su hermano y cuñada en ese momento, el viaje de ida a Bogotá fue sencillo, se fue en avión, pero la vuelta….. eso si que fue complicado.
Esta zona del país está condicionada por dos aspectos geográficos, por un lado está la cordillera andina y por otro lado es el comienzo de la zona amazónica. El río Putumayo, que da nombre a la regional es un río inmenso y con una fuerza en sus aguas impresionante. Todo esto lo cuento para poder tener la noción de lo que pasó. Resulta que llevaba unos días en los que había caído mucha agua y claro los ríos se desbordaron, las carreteras se derrumbaron…. Lo normal en esa zona cuando llueve mucho, pero en medio de todo eso estaba Diego. El cúmulo de circunstancias hicieron que no hubiera plazas de avión, recuerdo que únicamente hay un avión cada dos días y es de unas 15 plazas, y tuviera que venir en autobús.
Era lunes, habíamos quedado con Diego para ir al Instituto, nos tenían que firmar la integración, pero… él estaba a seis horas de Mocoa, había pasado la noche andando sobre el barro por una carretera derrumbada, él necesitaba llegar pero no pudo ser. Menos mal que como esto es algo que suele suceder la gente ya está acostumbrada y no hubo ningún problema, nos dieron el papel igualmente.

Cuando vimos llegar a Diego era impresionante verle, él es una persona que siempre va bien vestido, elegante aún en el Putumayo. Sus pantalones solo se veían hasta la altura de la rodilla, el resto era barro y por lo que después nos contó las botas se quedaron allí, no pudo volver a quitarlas todo el barro.

Todo esto quiero plasmarlo, lo primero porque nos pasó a nosotros y lo segundo para afirmar que las comunicaciones en la zona son malas. Recuerdo cuando andábamos con el expediente de arriba para abajo y nos decían, tardará una semana en llegar, a nosotros nos parecía una locura, pero es que en Colombia las comunicaciones terrestres son muy complicadas.
Diego, no sólo con esta aventura, si no con otras que tuvo a lo largo de nuestro proceso nos demostró que no solamente era nuestro abogado, si no que para él las familias a las que representa, son importantes y da lo mejor que tiene para que todo el proceso sea rápido y cómodo para ellas. Esta es nuestra impresión y por ello nunca dejaremos de estarle agradecido, él nos demostró que aparte de ser la persona que nos representaba era nuestro amigo.

miércoles, 6 de junio de 2007

El encuentro

Todavía recuerdo como nos temblaban las piernas cuando llegamos a las instalaciones del ICBF, íbamos agarrados de la mano, intentábamos darnos fuerzas el uno al otro y bromeábamos un poco con Diego, básicamente para que no se notara tanto los nervios.
Nada más entrar en el edificio había un guarda de seguridad que nos saludó amablemente, fuimos por la derecha y al final de todo estaba la Defensora de Familia, una mujer encantadora, seguido salieron dos personas más, la trabajadora y la psicóloga. Y nosotros ahí de pie con una torta dulce y fría en las manos y unas botellas de gaseosa, cosas que llevamos para celebrar con ellas la llegada de nuestra hija. Tras sentarnos notamos como los nervios se nos iban subiendo por las piernas, llegaban al estómago, pero no podíamos dejar que subieran más arriba, en ese momento teníamos que estar en plenas facultades.
Tras un ratito leyendo el expediente y dándonos los últimos consejos de cómo hacer el tema de los papeleos se abrió la puerta, detrás de ella pareció Miriam, psicóloga del ICBF de La Hormiga y ella, Nahia.
No podremos olvidar el momento de ver su cara, estaba vestida con un trajecito naranja que con el color de su piel la hacía más maravillosa si cabe, llevaba unos pantalones largos y anchitos y un top que le dejaba ver toda la barriguita y la espalda. Habíamos soñado muchas veces con aquel momento pero nunca nos había parecido que fuera tan mágico. Por cierto aquella niña que vimos la noche anterior, aquella niña que intentó venir donde nosotros a darnos una flor, era ella, era nuestra hija.

En dos segundos la magia desapareció, fuimos a darla un beso, a cogerla en brazos, tras tanto tiempo de espera lo único que deseas es abrazarla…. Menos mal que con Javi congenió mejor, a mi no me dejó ni acercarme. A pesar de lo maravilloso que fue el momento por el hecho del encuentro todo lo demás fue horrible, la sensación que nos quedó cuando nos montamos en el taxi de vuelta al hotel, por primera vez los tres juntos fue de desolación, sensación de sentirte secuestrador de tu propio hijo….
Pero todo fue cambiando muy rápido, si algo tiene nuestra hija, me imagino que como la gran mayoría de niños adoptados, es el poder de adaptación, son supervivientes y eso se nota. En una hora estábamos en la plaza comiéndonos un helado y jugando.
Los días iban pasando y poco a poco me iba aceptando y poco a poco iba volviendo loco a Javi, su niña, le adoraba, era más de lo que él hubiera soñado….

martes, 5 de junio de 2007

Por fin...

El mes de Mayo ha sido una locura, fechas por aquí, cambios por allá, pero definitivamente tenemos la fecha de viaje para el 3 de junio hacia Bogotá. Ya tenemos casi todo preparado, nos encontraremos con Nahia el 5 de Junio.

El gran viaje…

Volamos hacia Bogotá vía Madrid, hemos quedado con otra familia que va a viajar a por su niño en el aeropuerto, así podremos estar algunas horitas juntos, comentar, hablar, en fin esperar juntos.

El vuelo ha sido largo, muy largo, pero por fin estamos en Bogotá, Lucila nos estará esperando a la salida del aeropuerto para llevarnos a nuestros respectivos hoteles, Encarni y David se encontrarán con Juan David, su hijo al día siguiente, pero nosotros hasta el día 5 no veremos a Nahia, todavía nos queda pasar una noche, nos quedamos en el Hotel El Refugio. A la salida del hotel nos despedimos de nuestros compañeros de fatigas, ellos no vienen al mismo hotel que nosotros.
Cuando llegamos al hotel nos abren la puerta y aparecen un montón de niños, madre mía con el cansancio que llevamos, los nervios y demás. Hay cinco familias, dos francesas y tres americanas, en resumen un montón de gente. Resuelta que como ninguno de los adultos hablaban en castellano, los crios nos agarran a nosotros por banda y nos vuelven locos, son crios de tres a cinco años, no paran de hablar y nosotros con los nervios puestos.
Al día siguiente a primera hora viene Dilia con el que será nuestro abogado. Seguido nos vamos con él de nuevo al aeropuerto a coger el último avión hasta llegar a Mocoa. Resulta más bien ser una avioneta que hace escala en Neiva. El aeropuerto al que vamos es Villagarzón. Es militar, ya que en esta zona no hay más aeropuertos.
Cuando llegamos la sensación es extraña. Te bajas en un cuartel del ejército y cuando se abren las compuertas de la zona militarizada hay un camino y un camión que es el que se encarga de llevar a la gente hasta las poblaciones más cercanas. A nosotros nos viene a buscar un jeep para llevarnos directamente a Mocoa.
Por el camino, unos 20 km, empezamos a disfrutar del olor, del calor, de la humedad, quien me iba a decir a mí, que soy doña calores decir que estaba disfrutando de ese calor pegadizo.

Por fin llegamos al hotel Inga Real, nos atiende una chica encantadora y nos aloja en la habitación, pero…. Nadie le había dicho que íbamos a tener a Nahia y no había cama para ella, que pena, la habitación daba a la plaza y teníamos una terraza preciosa, total que nos tienen que cambiar, el hotel está casi lleno ya que hay mucha gente de Naciones Unidas (ACNUR) y nos dan una habitación pequeña e interior.
A partir de ese día y hasta nuestra marcha de Mocoa ese iba a ser nuestro primer hogar.

Tras dejar las maletas lo primero que queríamos era tomar algo fresco, no se comer algo, así que quedamos con Diego para hacerlo juntos, a partir de ese día él se convirtió en nuestra familia, nuestro amigo, él era el único que estaba a nuestro lado y sabía perfectamente como nos sentíamos.

Tras una pequeña visita por la ciudad, cosa que se hacía bastante rápido, nos fuimos a cenar y tras la cena, la cerveza de rigor, no os imagináis el calor, la humedad… y lo bien que se estaba en el bar que teníamos justo debajo del hotel. Era toda la parte de abajo, hacía esquina y no tenía cristales, únicamente una persianas que cerraba a la noche, con lo cual dentro se estaba fantástico, siempre tenían música y siempre había hombres tomando café, cervezas y demás cosillas, este era nuestro salón de casa.
Pues tomando esa cerveza de la que antes hablaba, estabamos hablando con Diego y por supuesto mirando a la gente que pasaba por delante, intentando encontrar un rasgo parecido al de Nahia, pensando como sería actualmente, había pasado algo de tiempo desde que le habían sacado la foto, y en una de estas aparece una niña preciosa de la mano de una chica, se nos queda mirando y al verla decimos, por dios si que es preciosa…. Yo la tenía de espaldas y no la ví bien, pero cuando llegamos a la noche al hotel Javi me dice que esa niña era Nahia, que él estaba seguro…. Pero si Javi no es capaz de reconocer a nadie…. No se nos metimos en la cama con la duda, pero pensando que eran paranoias nuestras.

A las 6 de la mañana del día siguiente estábamos en nuestro bar desayunando, había quedado con Diego mucho más tarde, pero ya no podíamos más, estábamos de los nervios, a las 9 teniamos la cita en el ICBF, decidimos desayunar y sacarnos nuestras últimas fotos, solos, sin hijos…..madre mía que caras, que poema…..

domingo, 29 de abril de 2007

Y llegó la locura...

Después de 4 años, 2 meses y 13 días…. Nos hemos vuelto locos.

A eso de las 11 de la mañana estaba trabajando y me llaman de Adecop Alicante, como últimamente les había dado tanto la paliza ni me extrañó. Me dicen…..

- bueno Itziar, ya está todo

- Ya está el qué (claro yo pensaba que los papeles habían llegado o que los habrían aceptado)

- Pues ya está que tienes una niña

Madre mía en aquel momento casi me da un sincope, de repente me puse de pie, me senté, no sabía si reir o llorar, bueno al final lloré….

No teníamos muchos datos, solo y según palabras de Carmen que nos había tocado el premio gordo y que era una niña pequeñaja, preciosa, en fin la lotería.

Todo esto no lo entendimos hasta que vimos el informe y por supuesto las fotos.

Por supuesto tras el momentazo de lágrimas, abrazos con mis compañeras y demás le avisé a Javi, por supuesto el también estaba trabajando y al pobre casi lo mato con la noticia. Javi siempre había soñado con tener una niña, su niña y ahí estaba todavía no sabíamos cuando podríamos ir a buscarla, pero en un momento todo el peso de esos más de 4 años desaparecieron, por fin éramos aitas, por fin teníamos a nuestra hija.

Las llamadas a toda la familia, los gritos, los abrazos….. madre mía un sin parar. Pero que buenos momentos, teníamos tanta angustia contenida que nos pasamos el día entre risas y llantos.

Ahora llegaba el momento de querer más, queríamos ver su foto.

El día 19 de Abril tuvimos la cita con Juan Carlos (ADECOP), habíamos entrado muchas veces en su oficina, pero nunca como antes, esta vez era diferente, nada más entrar tienen un mapa precioso de Colombia que a pesar de que siempre lo habíamos mirado, nunca habíamos clavado nuestros ojos en él, la vista se nos fue directamente al putumayo, y ahí hay unas figuras de los indígenas que pueblan la zona, ahí, ahí está Nahia (nuestra hija). Tras un par de minutos de espera entramos en su despacho, encima de la mesa tiene nuestro expediente, esa carpeta amarilla que tantas veces habíamos visto.

Menos mal que fue rápido al tema, y casi de inmediato abrió el expediente. Yo siempre había imaginado que nos irían leyendo el informe poco a poco, menos mal que no, nos lo dio directamente y en primera página la foto de Nahia, la niña más maravillosa del mundo. Ahí estaba puesta de pié encima del patinete, sonriente…. Un escalofrío nos recorrió el cuerpo, todavía me acuerdo, el pobre Juan Carlos estaba hablando y hablando…. Al cabo de un cuarto de hora nos dimos cuenta que no habíamos oído nada de lo que nos estaba contando, papeles, permisos, cosas del viaje, nada, únicamente teníamos clavada en la retina la imagen de Nahia.






lunes, 2 de abril de 2007

Una nueva esperanza llega con el 2007

Han pasado unas nuevas navidades, serán las últimas? Esa es una pregunta que nos hacemos muchas veces, de momento no tenemos respuesta, dejamos que pasen sin más.

A finales de Enero del 2007 empiezo a estar muy impaciente, y creo que tengo que hacer algo para salir de donde estamos, intento hablar con Adecop, pero es que los de aquí no se enterar de nada, llamo a Alicante, allí está la central y comienzo a hablar con Carmen. Ella es la directora, ella manda y ella es la que habla directamente con Dilia, nuestra abogada en Colombia.

El proceso es pesado, pero al final consigo hablar directamente con Dilia. Las cosas están bastante mal, van a pedir que devuelvan el expediente de Cali. Ahora no sabemos que pasará, cuanto tiempo tardaremos en volver a ir a otra regional.

Tememos que volver a actualizar el CI, tenemos que demostrar que no nos importa de donde seas, como seas, y que color tengas. Como siempre el tiempo es el que define este proceso, ahora hay que correr, parece ser que tú estas cerca y tenemos que hacer todo lo posible para que todo vaya rápido.

Muchas veces he pensado que los trámites de adopción, o por lo menos los nuestros, son como estar montada en una montaña rusa, nos pasamos los meses yendo hacia la alegría más inmensa, y de repente, descendemos al agujero más oscuro y triste que te puedas imaginar. Si algo hemos aprendido con todo esto es a caernos y a volvernos a levantar.

Tras muchas llamadas a todas partes, el día 26 de marzo de 2007, envían nuestro expediente a Putumayo. Estarás allí, de momento no hemos parado de conseguir información, queremos saberlo todo sobre la regional en la que tu has nacido.