Nahia siempre ha tenido pánico al agua, imagino que porque nunca había visto semejante cantidad de agua junta.
Creo que siempre me acordaré del primer día que bajamos a la playa, nos habíamos escapado una semanita a Cartagena de Indias, playita, descanso, turismo…. Un poco de todo después de la integración, los papeles y demás.
Eran las ocho de la mañana, es que allí a las 6 ya estábamos arriba y además a las 11 ya no se podía aguantar al sol del calor que hacía, después de desayunar en el hotel, Javi subió a la planta 16, allí dejaban las toallas para la playa, mientras Nahia y yo decidimos salir a la playa, madre mía ella cuando vio el mar, empezó a gritar, y ni niña cuando grita se abre el cielo, en dos minutos me encontraba rodeada de personas que venía a ver que es lo que pasaba, claro acto seguido cuando veían que no pasaba nada, iban a lo suyo, yo te hago las trenzas, te hago masaje…..por favor…… que solo quiero que me dejéis en paz, y por supuesto que mi hija se calle.
Tras el primer intento, fueron pasando otros, incluyendo la visita a la piscina en la planta 16, en realidad podría contarlos sería más de lo mismo, gritos y lloros por doquier.
Total que este año, en vista de que vamos a ir a la playa y en el piso de Noja tenemos piscina, hemos decidido que aprenda a nadar, así que la hemos llevado a hacer un curso…
Los primeros día fueron una continuación de lo anterior, hasta que creo que se dio cuenta de que su ama es muy, muy pesada y no iba a dejar de llevarla por mucho que llorara y decidió empezar a pasárselo bien, total que ahora tenemos una pequeña sirenita en casa….
Podremos disfrutar este verano del agua….. madre mía con lo pez que yo soy….
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